Una de las técnicas de depilación más comunes en las culturas antiguas en el comienzo de la historia de la depilación era la eliminación del vello por abrasión. Se trataba de emplear una piedra que pudiera raspar, para arrastrarla sobre la piel y tirar el pelo de forma mecánica. De la misma forma que un carpintero elimina una capa superficial de madera o la pule con la lija, la piedra pómez de los antiguos sistemas de depilación arrancaba lo que sobraba, el vello no deseado.La piedra no se aplicaba sobre la piel seca, había que humedecerla, o, en su caso, deslizarla sobre una capa jabonosa que permitía aplicar la punta de roca de manera más suave y con menos riesgo para herirse.
Lo mejor de este sistema es que el vello acaba siendo arrancado, sin ninguna duda. Lo peor, los arañazos y la degradación de la piel por efecto de la misma fricción. Hace tres mil años, se depilaba por motivos rituales, por higiene, por cuestiones relacionadas con la magia que marcada las religiones primitivas, y, tal vez, por cuestiones estéticas, porque el canon social de belleza así lo determinaba.
La depilación abrasiva es uno de los métodos de eliminación más antiguos, pero se sabe que lo mantuvieron algunas civilizaciones que hemos conocido por su refinamiento y complejidad social y cultural, como los egipcios, los griegos y los romanos.
Se empleaba la piedra pómez, la pumita volcánica, en piedra, pero también en polvo, haciendo friegas sobre la piel. La diferencia entre hacerlo con la piedra o con su polvo, tal vez fuera una cuestión de gustos o por la capacidad del depilado para soportar tales frotamientos.
Se depilaba con piedra pómez, pero también, y esto hoy resulta muy inquietante, con otros materiales agresivos. Con vidrio en polvo y parece que también con algunos óxidos de metales de cierto poder abrasivo que se combinaban con aceites o líquidos jabonosos.
Algunos especialistas especulan con la posibilidad de que las pieles secas de los tiburones, que en otros tiempos se utilizó también como papel de lija, la emplearan algunos pueblos marítimos con fines cosméticos. Eliminando el vello no deseado mediante el mismo efecto de raspado que las piedras pómez. La historia de la depilación está llena de aplicaciones de los materiales más diversos y de la más variopinta procedencia.
Se utilizara el método que se utilizara, piedra, vidrio o papel de lija, el efecto sobre la piel resulta evidente, aunque nunca lo hayamos visto o experimentado. Debía provocar enrojecimientos, cuando no heridas, en especial en las zonas de la piel más sensibles o donde es más fina.
La duración de la depilación por fricción podía durar hasta tres semanas y hoy es un método que solamente conservan los pueblos más primitivos del planeta.
La depilación abrasiva tiene, a pesar de todo, ciertas ventajas. Es económica, tanto como resulta de encontrar una piedra lo suficientemente rasposa como para que quien se depila quede satisfecho. Piedras nunca faltan. Y, además, se puede emplear casi en cualquier parte del cuerpo, modulando la presión y la fricción en función del contacto con la piel y el inicio del propio umbral del dolor.
Como inconvenientes, además de las citadas molestias, se pueden citar que no es compatible con las pieles dañadas o heridas, lo cual resulta obvio, como tampoco resulta conveniente aplicar la técnica sobre partes de la superficie corporal quemadas por el sol o hipersensibles.
Un dato a tener en cuenta. La depilación por abrasión es de tanteo, la vista y el tacto son los que van guiando la evolución de la eliminación del vello, por tanto, se trata de una técnica imperfecta que da lugar a una depilación irregular. Nada que ver con la depilación láser moderna.
La depilación primitiva por abrasión es una técnica de eliminación del vello que por definición estuvo siempre condenada a no tener ninguna evolución. Por su simpleza y su rudeza, fue superada por otras técnicas más amables y menos agresivas hasta llegar a nuestros días. Hoy, la depilación láser es el final de una evolución hacia la excelencia y la tranquilidad de una depilación no dolorosa y segura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario